El índice de reproducción cromática, CRI por sus siglas en inglés, es una medida de la capacidad que tiene una fuente luminosa de reproducir fielmente los colores de los objetos tomando como medida de comparación una fuente de luz natural o ideal.

¿Cómo se mide el CRI?

El CRI se mide en valores que van desde el cero hasta el cien, correspondiendo éste último a la luz solar. En algunas luminarias LED se dice manejar un CRI de cien siendo esto imposible pues no existe luz que iguale a la solar, en estos casos se  tiende a otorgar el valor de 100 a fuentes de luz incandescentes con temperaturas de color bajo que están en el extremo rojo del espectro luminoso, dejando completamente de lado el otro, es decir, el azul.

Así, un CRI de cero en una bombilla LED indica muy mala calidad, mientras que uno de 90 garantiza muy buena fidelidad de los colores. Es posible que en una tienda comercial convencional no tengan la indicación del CRI en su producto LED, por ello se recomienda contactar con un proveedor con conocimientos profundos al respecto de la luz LED para así garantizar una buena compra al poder verificar este aspecto.

El CRI no determina la temperatura de color de la bombilla LED pero es recomendable que al hacer una comparativa entre una o varias bombillas LED o de otro tipo, se tomen aquellas que manejen la misma temperatura de color.

Las lámparas LED con un alto CRI se pueden usar para muchas cosas, desde la iluminación casera para respetar los colores de la pinturas y muebles, hasta en instalaciones fotográficas o de vídeo en las que se requiere un especial respeto a la fidelidad de los colores a cuadro.

Así que si quieres que tu hogar no sólo se vea iluminado, sino colorido, elegir la luz LED con el CRI más adecuado es un detalle que no debes dejar pasar.